El presidente anunció una cruzada nacional para lograr -vía un referéndum- dos reformas constitucionales al régimen político imperante. Una es permitir la renovación parcial del Congreso a la mitad de su gestión y la otra, más de fondo, permitir el voto facultativo es decir voluntario en las elecciones generales.
Estas y otras iniciativas, como la de realizar la elección de los congresistas junto con la segunda vuelta, fueron descartadas en la Comisión de Constitución del Congreso. Sin embargo AGP no se da por vencido y pretende forzar con el referéndum los cambios que considera necesario para evitar el triunfo del nacionalismo el 2011. A su vez quiere dejar en claro quién es el que manda en el país, sobre todo después del Baguazo que lo dejo muy mal parado.
La maniobra es muy evidente: aprovechando el desprestigio del Congreso pretende que el voto a favor de la renovación por mitades arrastre a su vez el voto a favor del voto voluntario.
Sostiene el gobierno que con el voto facultativo se impedirá que llegue al gobierno cualquier «improvisado» carente de «tradición democrática» pues votarán solo los medianamente instruídos, es decir los que ven televisión y leen la prensa alienante de la derecha. Con estas reformas busca impedir que alguien por fuera del sistema, o sea antineoliberal, pueda llegar a conquistar la voluntad de cambio de millones de ciudadanos hartos de un modelo que ha servido para que el mentado crecimiento económico haga a los ricos más ricos y a los pobres más pobres.
Con esta modificación quizás los neoliberales hubieran evitado que en el 2006 Ollanta Humala -acusado de improvisado y antisistema en su momento- obtuviera el mayoritario respaldo que obtuvo en las regiones del interior. Con ello buscan que el 2011 un amplio sector de la población quede marginado del proceso electoral y así debilitar las aspiraciones del nacionalismo en sus bastiones más fuertes.
Si se quiere hacer modificaciones en nombre de la democracia ¿por que no poner también en consulta que haya referéndum revocatorio para presidente?. Si existiera tal cosa AGP ya hubiera sido vacado del cargo por el 70% de los electores que repudian su gestión. ¿Por que no poner en consulta también que los delitos de corrupción no deben prescribir y que los corruptos al igual que los narcos deben pagar con la expropiación de sus bienes?
Y por último ¿porque no poner en consulta el TLC con Estados Unidos y que sea mediante el mecanismo del referéndum que se decida la suerte de un TLC tan cuestionado por amplios sectores del país?
Son tantos los cambios que, lejos de reformas parciales se requieren cambios de fondo que solo pueden venir de una Asamblea Constituyente.
Esta tarea democrática, que devuelve al pueblo la posibilidad de decidir sobre su destino fue frustrada por todos los partidos neoliberales que prefirieron mantener la espuria y fraudulenta Constitución del 93 para asegurar la continuidad del modelo neoliberal. Una vez más, lo que hace falta es una Asamblea Constituyente que permita al pueblo hacer los cambios estructurales que el Estado y el país requieren. Por eso debemos echar al tacho de basura las maniobras presidenciales con la que se pretende cerrarle el paso al nacionalismo y su líder Ollanta Humala y con ello a las grandes mayorías populares que ven en el nacionalismo una vía para empezar las grandes transformaciones que el país necesita para romper con el colonialismo y la explotación social.
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